31.3.05

Comando Sur de EE.UU involucra más a Ecuador en el Plan Colombia
Por: Orlando Rausseo Publicado el 31/03/2004 en Argenpress


Pese a que el gobierno de Lucio Gutiérrez Borbúa y los comandantes de las Fuerzas Militares lo niegan en forma rotunda, las evidencias demuestran que el Ecuador juega papel sustancial en la ejecución del controvertido Plan Colombia, financiado por los Estados Unidos desde el año de 2000 "para combatir el tráfico de sustancias sicotrópicas y doblegar a las guerrillas de las FARC y el ELN". Este país de 272.045 km² ha venido siendo utilizado por Washington como plataforma logística y de inteligencia para desplegar la estrategia militar que se coordina desde el Comando Sur y Bogotá. En primera instancia y en un acto político muy cuestionado internamente, el gobierno del fugado presidente Jamil Mahuad (1998-2000) entregó la Base de Manta, en el Pacífico, permitiendo que todo el territorio ecuatoriano se convierta en una “FOL”, es decir, una base de operaciones para el Plan Colombia. No contentos con esto, los gobiernos de Bush y de Uribe Vélez buscan a todo trance “la regionalización del conflicto y las presiones para una activa participación militar de Ecuador” cada vez son mayores.


Se ha previsto la entrega de una base en las islas Galápagos y la construcción en San Lorenzo de otra base marítima ultra secreta para ser utilizada por la marina estadounidense, no sólo en la perspectiva de Colombia sino de China. Cada mes el general James Hill, jefe del Comando Sur de Estados Unidos se traslada hasta Quito para realizar inspecciones e impartir instrucciones tanto a su personal militar como a los jefes de las Fuerzas Militares ecuatorianas. En su última visita realizada el pasado 9 de febrero, Hill llegó cargado con material de intendencia para repartir entre los soldados ecuatorianos. En su recorrido por San Lorenzo y Esmeraldas, en la costa ecuatoriana fronteriza con Colombia, el Jefe del Comando Sur demostró “su generosidad” y su interés por coadyuvar con el desarrollo de los pobladores de esta región. Por un lado, repartió a manos llenas uniformes, cinturones militares, toldos, ponchos de aguas, chalecos antibalas y carpas a los militares ecuatorianos, y de otra parte, inauguró un acueducto construido por una agencia estadounidense para beneficiar a los pauperizados pobladores del puerto de Esmeraldas.

TIRANDO LÍNEA (ORDENANDO) En su anterior visita, es decir en la tercera, efectuada entre el 14 y 15 de enero de este año, James Hill se reunió con treinta oficiales de las Fuerzas Armadas ecuatorianas para delinear una estrategia global de seguridad y control en la frontera norte. Un oficial de las Fuerzas Armadas afirma que las visitas de Hill “tienen que ver con temas de seguridad: el Ecuador ofrece facilidades para sus desplazamientos y desde acá puede monitorear e informarse de lo que pasa en Colombia”. De acuerdo con fuentes, el pasado 17 de febrero de 2004, Hill expuso auxiliado por un traductor y con la ayuda de un proyector, un completo esquema militar elaborado en Power Point, en el que se detallaron sus objetivos y alcances, y luego entregó el documento de resumen a los militares ecuatorianos, al que se anexó una matriz. En este documento de nueve páginas se concretan en forma pormenorizada las tareas que el Comando Sur coordina con las FF.AA ecuatorianas desde hace varios meses, en el marco del Plan Colombia. En el resumen se puntualiza que el plan se encuentra en la etapa de identificación de necesidades y el apoyo a las capacidades militares.

Entre las distintas acciones que especifica el documento que se tienen previsto ejecutar se destacan las siguientes:
• Construcción de batallones e infraestructura en la Amazonía.
• Mejoramiento de la capacidad de fuerza.
• Provisión de armas y equipos para operaciones especiales.
• Ejecución de programas de entrenamiento.
• Operaciones de inteligencia.
• Instalación de facilidades aéreas y marítimas en Galápagos.

OCULTAR ES LA ORDEN Ante las publicaciones periodísticas de los medios de comunicación ecuatorianos que denuncian el cada vez mayor involucramiento de su país en el Plan Colombia, el Ministro de Defensa ha salido a desvirtuarlos y respecto del informe del diario El Comercio, negó conocer los alcances y los temas tratados en la reunión con Hill, a pesar de que la jefe de prensa de la embajada estadounidense en Quito, Marti Stell, confirmó la realización de esa sesión de trabajo y la existencia del documento, el cual aclaró, es sólo una propuesta sujeta a discusión. Sin embargo, en el resumen escrito se especifica que “la matriz de planificación ya fue validada por el Ecuador y el Grupo Militar de EE.UU”. Esto fue corroborado a El Comercio por un oficial del Ejército ecuatoriano, quien aseguró que “el Plan de Seguridad empezó a delinearse desde que Lucio Gutiérrez llegó a la Presidencia de la República”. Según algunos analistas la intensidad del Plan Colombia y las acciones del Ejército colombiano contra las FARC han ido creciendo desde la elección del presidente Álvaro Uribe, pero a la par se ha causado una preocupante crisis humanitaria en la frontera colombo-ecuatoriana. A ello hay que agregar el ascenso paulatino de la participación activa del Ecuador en el conflicto interno colombiano al contar con más de seis mil soldados que están resguardando la frontera. Esta realidad la califica Alexis Ponce, vocero de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos del Ecuador como “un acto de traición a la patria". Se está entregando no sólo buena parte del territorio ecuatoriano, sino la de los pobladores de frontera a quienes se les está exponiendo a una guerra bacteriológica, implementada a través de las fumigaciones, para forzar el despoblamiento del área dentro de la estrategia militar utilizada por los Estados Unidos en su afán expansionista; y también la vida de nuestros soldados que deberán pelear por intereses ajenos al país, dentro de una política mercenaria en la que el pago son migajas que entrega, como sinónimos de beneficencia, la gran potencia”.

EN LA POLÍTICA EXTERIOR SE JUEGA EL DESTINO ECUATORIANO Ha llegado a tal punto la preocupación de la sociedad ecuatoriana por los efectos dañinos del Plan Colombia en su territorio, que el periódico conservador El Comercio de Quito publicó en su primera página en la edición del 5 de marzo, una carta abierta al presidente Lucio Gutiérrez en la que reclama una postura clara del gobierno frente a las repercusiones negativas del conflicto colombiano. Lucio Gutiérrez y Álvaro Uribe: de acuerdo con el impulso del Plan Colombia Por su parte, el Grupo Civil de Monitoreo de los Impactos del Plan Colombia en el Ecuador, fundado en febrero 17 del 2000 por el defensor de Derechos Humanos, Alexis Ponce, el ex comandante del Ejército de ese país, general (r) René Vargas Pazzos, el coronel (r) y estratega militar Jorge Brito Albuja y el abogado Galo Chiriboha Zambrano, presidente de la Asociación Americana de Jurista, capitulo ecuatoriano, expidió una declaración el pasado 11 de marzo, en la que respalda la postura asumida por El Comercio, al tiempo que hace una serie de reflexiones en torno del controvertido asunto. El Grupo de Monitoreo recuerda que en forma sucesiva Los gobiernos de Jamil Mahuad, Gustavo Noboa y Lucio Gutiérrez han acatado no solo con beneplácito, sino “con sumisión, toda iniciativa del Departamento de Estado, del Comando Sur y del Palacio de Nariño en nuestro territorio, en perjuicio de la política exterior que ha adolecido de criterios de dignidad y responsabilidad con el futuro”. El documento, en otro de sus apartes expresa que “esperar la suscripción de nuevos convenios militares o diplomáticos de Ecuador con EEUU y Colombia para cuestionar los impactos de la débil o sumisa política internacional ecuatoriana de los últimos cinco años, es erróneo. El convenio firmado en julio de 1999 entre Ecuador y EEUU para la concesión de la Base de Manta, permitió convertir el territorio nacional entero en una “FOL”, una base de operaciones estratégicas y logísticas para el Plan Colombia, y los subsiguientes convenios, pactos y documentos que se conocen, no son sino una consecuencia de esa primera matriz que permite involucrarlos cada día más en un conflicto y en geoestrategias de hondas consecuencias para la vida del pueblo Ecuatoriano”. Respecto del reciente viaje del presidente Gutiérrez a Bogotá, el Grupo de Monitoreo recomendó que esta oportunidad hubiera sido propicia para demandar del presidente Álvaro Uribe el fin de las fumigaciones en la franja fronteriza de 15 kilómetros acordada en el pasado, y “el reconocimiento gubernamental colombiano de indemnizaciones a nuestro país por los efectos de las fumigaciones, del conflicto y de las operaciones militares sobre nuestro territorio”.

DESPOBLAR TERIROTRIOS CAMPESINOS Las fumigaciones tienen un objetivo militar "vaciar de agua al pez", “es decir despoblar territorios campesinos de Colombia para derrotar a la insurgencia. Pero la salida militar no tiene futuro porque ese despoblamiento conducirá al traslado de la guerra a las ciudades, convirtiéndose éste en el eje estratégico del conflicto interno a futuro. Bagdad ha probado que no hay operación militar de un ejército regular que pueda tener éxito en un escenario de guerra de ciudades”. “Por tal razón el gobierno de Uribe por instrucciones del Pentágono busca por todos los medios taponar la frontera sur. Es decir, convertir al Ecuador en el yunque del martillo estratégico. Esa es la función que durante cinco años se ha preparado para asignarla al Ecuador”. “La presión Norteamericana sobre el Ecuador tiene ese objetivo: que asuma el papel de “Yunque Estratégico”, cuyos costos empiezan a sentirse. Por vez primera 18 escuelas primarias ecuatorianas cierran sus locales y labores en la zona de frontera debido a los combates en el lado Colombiano y a la militarización en lado Ecuatoriano. Honduras y Camboya deben ser el espejo en el que tiene que mirarse el Ecuador antes de que sea demasiado tarde”.

LOCUACIDAD DE GUTIÉRREZ Y MUTISMO DE URIBE Para evitar entrar en el debate que viene generando el Plan Colombia en amplios sectores de opinión de Ecuador, el presidente Álvaro Uribe Vélez se negó a dar declaraciones a los medios de comunicación ecuatorianos con motivo de la visita oficial que realizó a Bogotá el pasado 16 de marzo su homólogo Lucio Gutiérrez. En contraste, el mandatario ecuatoriano concedió entrevistas a los diversos medios periodísticos colombianos. “¿Se trata de una forma de minimizar la visita del presidente ecuatoriano a Colombia? ¿O es un signo inicial del poco interés de transparentar la agenda de la reunión entre ambos mandatarios?”. Según el análisis detrás de la agenda que trataron los dos mandatarios, en el trasfondo “es evidente el interés de la administración estadounidense y del presidente Uribe en la regionalización del conflicto y las presiones para una activa participación militar de Ecuador, cuando todo apunta al ascenso de la escalada militar en Colombia. Uribe se halla en carrera contra el tiempo para debilitar la guerrilla; no darle tregua y apostar a su derrota militar, permitirían llegar finalmente a una negociación de paz, sin que se repitiera el estruendoso fracaso que experimentó esa negociación con la política conciliadora de Andrés Pastrana”.

LOS PROBLEMAS MIGRATORIO Y COMERCIAL En la actualidad hay en Ecuador 250 mil indocumentados, la mayoría de los cuales ha pasado la frontera a consecuencia del conflicto. Mientras el Estado ecuatoriano ha desplegado un alto número de efectivos militares a lo largo de la frontera, “Colombia no retribuye ese esfuerzo de vigilancia con puestos fijos: algunas zonas se hallan en manos de guerrilleros y paramilitares.

ALERTA PARA NOSOTROS, LOS VENEZOLANOS ¿Cómo reclamar por el tráfico ilegal de armas si la frontera se halla desguarnecida del lado Colombiano? ¿Como solucionaremos el problema de los desplazados? ¿Qué garantía hay de que se contenga el traslado de las plantaciones de coca o la operación de laboratorios clandestinos para procesar la droga al otro lado de la frontera?”

EL YUNQUE NORDESTE En Venezuela estamos obligados a seguir con detalle la evolución del "Plan Colombia", puesto que el interés de EEUU de internacionalizar el conflicto podría convertirnos en actores del mismo. La permeabilidad de nuestra extensa frontera nos convierte en aliviadero de los grupos en conflicto y esto servirá para arreciar las descalificaciones contra nuestro gobierno y la presión internacional para convertirnos en el "yunque nordeste" del martillo militar Colombo-Estadounidense.

Debemos pues denunciar ante el mundo el deseo del Pentágono de desestabilizar la región transformando a Colombia en la Israel de América, involucrándonos en una guerra que no nos compete, que nos haría matarnos entre hermanos, que minaría el proceso de integración latinoamericana y que dejaría nuestros pueblos desgastados y diezmados, a merced del todopoderoso imperio del norte que tendría servida en bandeja de plata la suculenta cuenca petrolífera Bolivariana aderezada con la rica biodiversidad de la Amazonia.

También publicado en:
http://www.visionesalternativas.com/militarizacion/articulos/bases/3.htm


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