Informe: Armas de destrucción Masiva

Estimados amigos les dejo este interesante trabajo de recopilación sobre las Armas de Destrucción Masiva para su lectura, discusión y difusión:


Las Armas de Destrucción Masiva (ADM) están diseñadas para matar a muchas personas de forma indiscriminada. Según la televisión italiana, Estados Unidos usó proyectiles de fósforo blanco en Iraq, en la ofensiva de noviembre de 2004 en la ciudad de Faluya.

La semana pasada el tema de las armas químicas en Iraq volvió a estar en el ojo del huracán.

¿La razón? La televisión estatal italiana emitió un documental el martes anterior en el cual alegaba que Estados Unidos usó proyectiles de fósforo blanco “de manera masiva e indiscriminada” contra civiles en la ofensiva de noviembre de 2004 en Faluya.

Según el informe, los proyectiles no se usaron para iluminar a los combatientes enemigos durante la noche, como ha dicho el Gobierno de Estados Unidos, sino contra civiles, y quemándoles la carne “hasta el hueso”.

El pentágono negó dichas aseveraciones pero el tema ha generado algo de resquemor y dudas. Esta arma ha sido usada antes. Los aliados la usaron contra Alemania en 1943 y recientemente, -el 9 de noviembre de 2004- se acusó a Washington de utilizarla en una ofensiva ocurrida en Faluya.

Es por eso que presento un gran panorama sobre lo que son estas armas, en qué consisten, efectos, tratados internacionales sobre su control entre otros:

Las armas de destrucción masiva conocidas como ADM, o WMD por sus siglas en Inglés (Weapons of Mass Destruction) son armas diseñadas para matar a muchas personas de forma indiscriminada.

En la actualidad hay tres tipos de ADM: Las nucleares, las biológicas y las químicas.

LAS NUCLEARES. Estas se clasifican como dispositivos explosivos de uso militar cuya fuente de energía está basada en reacciones nucleares de fisión o de fusión del átomo.

Se consideran las más peligrosas de todas las armas existentes por su enorme poder destructivo, que puede hacerse sentir a decenas e incluso centenares de kilómetros del punto de detonación.

No se conoce ningún material en el universo capaz de resistir el impacto próximo de un arma nuclear.

Y es que no sólo son los daños aniquiladores causados por la explosión de las mismas. Tras su paso quedan los efectos radioactivos y tóxicos que hacen aún más difícil la supervivencia después de su explosión.

En la actualidad hay varios países que poseen este tipo de armas. Entre ellos, Estados Unidos, Corea del Norte, República de Sudáfrica, Bielorrusia, Kazajistán, Ucrania, Reino Unido, Francia, China, Israel, India y Pakistán.

Asimismo, existen países que probablemente podrán disponer de este tipo de armas en unos años. Se ha dicho que Irán es uno de ellos ya que tiene uranio altamente enriquecido y de grado militar, y está ultimando varias plantas nucleares.

El dato clave
No sólo las grandes potencias como Estados Unidos, Rusia, China o Francia fabrican armamento nuclear. Países catalogados en desarrollo, como la India, Paquistán o Corea del Norte, poseen armamento de estas características.
El Organismo Internacional de Energía Atómica, Oiea (por sus siglas en español) o Iaea (por sus siglas en inglés) controla el uso de la energía nuclear en el mundo con fines pacíficos.

Por el momento no tienen un activo programa de misiles equivalente al hindú, pero las probabilidades no se descartan.

Existen también otros países que dado su alto grado de desarrollo tecnológico civil en el ámbito nuclear y aeroespacial podrían disponer de armas termonucleares y misiles avanzados de largo alcance con base en tierra, mar o aire en un breve lapso de tiempo, si tomaran la decisión política de hacerlo. Estos son Alemania, Holanda, Canadá, Japón, y Suecia.

A través de las Naciones Unidas se han firmado varios tratados que buscan la eliminación total de este tipo de armas. Entre ellos se destacan el Tratado de Tlatelolco (1967); Tratado sobre la no- proliferación de las armas nucleares, TNP (1968); y el Tratado de prohibición completa de los ensayos nucleares o Tpce (1996).

LAS BIOLÓGICAS. Para entender qué son las armas biológicas es necesario explicar qué son los agentes biológicos: son organismos o toxinas que pueden matar o incapacitar a la gente, el ganado y las cosechas.

De éstos, los que con mayor probabilidad se pueden utilizar como armas de destrucción masiva son las bacterias, los virus y las toxinas o sustancias venenosas que se encuentran y se extraen de plantas, animales o microorganismos vivos.

Las toxinas también pueden producirse o alterarse por medios químicos. Aunque mortales, estas armas presentan algunos problemas. La mayoría de los agentes biológicos son difíciles de cultivar y mantener.

Muchos se descomponen rápidamente cuando están expuestos a la luz solar y otros factores del medio ambiente. Sin embargo, hay otros como las esporas de ántrax, que tienen una vida larga y pueden dispersarse rociándolos en el aire o infectando a los animales que transmiten la enfermedad a los humanos a través de la contaminación de los alimentos y el agua.

Los países que lideran la investigación y desarrollo de armas biológicas son: Estados Unidos (con más de 1.300 laboratorios), Gran Bretaña, Rusia, Iraq, China, Japón, Egipto, Libia, Israel, Corea del Norte y Taiwán. Se cree que en Europa hay alrededor de 500 laboratorios dedicados a esta tarea.

LAS QUÍMICAS. Son aquellas que utilizan las propiedades tóxicas de sustancias químicas para producir bajas, heridas o incapacidad en el enemigo.

La Organización de las Naciones Unidas las clasificó como ADM’s y su producción y almacenamiento está proscrita por la Convención sobre Armas Químicas de 1993.

El efecto de estas armas es devastador no sólo por los efectos inmediatos (muerte, enfermedad, infecciones, etc.), sino por que la descontaminación es muy complicada ya que sus agentes son más persistentes y tienden a permanecer en el entorno por períodos más largos.

Los agentes de la guerra química se han clasificado de acuerdo a la forma como afectan al cuerpo humano. Existen los agentes nerviosos entre los que se encuentran el gas sarín, tabún y somán.

Están también los agentes sanguíneos, como el cianuro de hidrógeno, los vesicantes o causantes de ampollas como el gas mostaza o lewisita, los pulmonares o asfixiantes, como el fusgeno, los lacrimógenos o antidisturbios como gas lacrimógeno, gas pimienta.

Y por último los discapacitantes o paralizantes como el BZ (3-bencilato de quinuclidinilo).

Cabe resaltar que los agentes nerviosos son mucho más letales que los que atacan la piel, los agentes pulmonares o los venenos que afectan la sangre.

En la actualidad se sabe que Estados Unidos, Rusia, Libia, Egipto, India, Siria, Iraq y Corea del Norte poseen armas químicas. Es probable pero aún no se ha comprobado que Israel, China y grupos terroristas en Irán tengan también este tipo de armas.

Fue durante la década de los 50 y 60, que se conocieron los agentes nerviosos bajo el nombre de Agentes-V. Estas sustancias fueron consideradas las más venenosas sobre la Tierra y ello comenzó a generar un nuevo debate sobre su eliminación.

A finales de los años 60 la opinión pública sobre el desarme químico se incrementó por varias razones, entre ellas, el uso de herbicidas y ‘gas tear’ por parte de Estados Unidos durante la guerra de Vietnam, generando una importante crítica internacional. El tema siguió en debate hasta que en la segunda mitad de la década de los 80, durante la guerra entre Irán e Iraq, se masificó la utilización de armas químicas.

Investigaciones de Naciones Unidas confirmaron que a causa de este tipo de armas el número de víctimas y heridos se incrementó de manera exponencial, marcando cientos de miles de vidas de seres humanos con diversas discapacidades.

Hasta la nueva publicación... Yosmary.