Enfoque:EEUU sufre de pobreza crónica, poca esperanza de cura

7.10.05


Cuatro décadas después que un presidente estadounidense declarara la guerra a la pobreza, más de 37 millones de personas en el país más rico del mundo son clasificados oficialmente como pobres y la cifra aumenta año tras año.

El año pasado, según estadísticas del gobierno, 1,1 millones de estadounidenses cayeron por debajo de la línea de pobreza. Eso equivale a toda la población de una gran ciudad como Dallas o Praga.
Desde el 2000, las filas de pobres han crecido año tras año en un total de casi 5,5 millones. Incluso los optimistas ven pocas posibilidades de que la cifra disminuya pronto, pese al renovado debate sobre la pobreza que tomó impulso por las imágenes televisadas del huracán Katrina, que mostraron una verdad desnuda del estilo de vida estadounidense pocas veces expuesto a la visión global.
El presidente que hizo la declaración de guerra fue Lyndon Johnson. "Desafortunadamente, muchos estadounidenses viven en los límites de la esperanza, algunos debido a su pobreza y otros por su color, y demasiados por ambas causas. Esta administración declara una guerra incondicional a la pobreza en Estados Unidos".

Eso fue en 1964. Para entonces, un 19 por ciento de la población estadounidense vivía por debajo de la línea oficial de pobreza. La tasa disminuyó en los próximos cuatro años y en 1968 se mantuvo en 12,8 por ciento.
Desde entonces ha fluctuado poco. El año pasado fue de 12,7 por ciento, una prueba de que la pobreza es un problema crónico.

El estado de la pobreza en Estados Unidos es medido una vez al año por la Oficina del Censo, cuyo informe estadístico en un paquete de algo más de 70 páginas usualmente provee abono para los estudiosos académicos, pero raramente es objeto de un amplio debate público o toca delicados temas emotivos y menos sirve para un documental en la televisión. Pero ese no fue el caso en el 2005.
El informe coincidió con Katrina, el devastador huracán que mató a más de 1.100 personas en los estados de Louisiana y Mississippi.


La cobertura en vivo de la televisión, con estremecedoras imágenes de muerte y desesperación en Nueva Orleans, mostró en un brutal primer plano lo que las hojas cuadriculadas de la Oficina del Censo no pueden transmitir.

ESCENAS ESTREMECEN EL MUNDO, AVERGUENZAN A ESTADOUNIDENSES

Las imágenes estremecieron al mundo, avergonzaron a muchos estadounidenses y llevaron a hacer comparaciones con las condiciones de vida en los países en desarrollo, desde Somalia y Angola hasta Bangladesh.

Las escenas de Nueva Orleans mostraron a los negros pobres rogando por ayuda. Los encargados del rescate, cuando finalmente llegaron a la zona, eran blancos en su mayoría.
El porcentaje de estadounidenses negros que vive en la pobreza es 24,7, casi el doble de la tasa total de todas las razas.

En una ciudad predominantemente negra como Nueva Orleans, esa disparidad se traduce entre aquellos con autos y dinero --casi todos blancos-- que abandonaron la zona inundada, mientras más de 100.000 negros sin autos quedaban atrapados en la ciudad sumergida.
Algunos comentaristas se preguntaban si la crisis más bien mostró que la segregación política, la versión estadounidense del Apartheid que formalmente llegó a su fin con la Ley de Derechos Civiles de 1964, apenas había sido reemplazada por una segregación económica. Los negros estadounidenses pobres en una zona de la ciudad y los blancos ricos en la otra.

Un número de otras ciudades estadounidenses tienen divisiones semejantes, entre ellas Newark, Filadelphia, Detroit, Atlanta, Baltimore, St. Louis, Oakland, Miami y la misma capital de Estados Unidos. El vecindario de Anacostia, la zona más pobre de la ciudad, está a sólo 10 minutos de la Casa Blanca, pero podrían estar en dos mundos diferentes. Y sin embargo, las escenas en Nueva Orleans de negros pobres, no mostraron toda la realidad. Hay tres veces más blancos pobres que negros en Estados Unidos y la tasa de pobreza entre los blancos ha crecido más rápido que entre negros o latinoamericanos.

Expertos académicos también dicen que las cifras del gobierno minimizan el verdadero nivel de la pobreza porque están desactualizadas. La fórmula para leer el nivel de pobreza fue establecida en 1963 bajo la convicción de que un tercio del presupuesto familiar promedio se gastaba en alimentos.
Ya eso dejó de ser cierto. La vivienda se ha convertido en el mayor gasto individual y decenas de miles de "trabajadores pobres", la etiqueta para aquellos que reciben o se acercan al salario mínimo, se ven obligados a dormir en autos, casas rodantes, hospedajes o refugios.

POBREZA EN EEUU ES LA MAYOR EN MUNDO INDUSTRIALIZADO

"Cada agosto, los estadounidenses nos mentimos a nosotros mismos", dijo David Brady, un profesor de la Universidad Duke que estudia la pobreza. "La tasa de pobreza fue diseñada para minimizar porque el gobierno quería mostrar avances en la guerra contra la pobreza". "Tomando todo en consideración, la tasa real es de alrededor del 18 por ciento, o 48 millones de personas. La pobreza en Estados Unidos está muy extendida, mucho más que en cualquier otro país industrializado", agregó.

La pobreza es un problema universal, así como la desigualdad. Las 500 personas más ricas del mundo, según estadísticas de las Naciones Unidas, tienen tantos ingresos como los 416 millones más pobres del mundo.
La pobreza vista en las escenas de televisión luego de los huracanes fue extremadamente sorprendente para buena parte del mundo debido a la percepción de que Estados Unidos es la nación más rica del mundo y tierra de oportunidades ilimitadas.

El salario mínimo, no es suficiente para mantenerlo a uno por encima de la línea de pobreza. No obstante, empleos de salario mínimo, sin pago de seguro médico o vacaciones, son los únicos disponibles para millones de personas con educación básica en este país.
Los empleos bien pagados para operarios poco calificados en la industria pesada que una vez elevaron el nivel de la clase media estadounidense virtualmente han desaparecido y continúan perdiéndose. Desde el 2001, Estados Unidos ha perdido más de 2,7 millones de empleos en el sector de manufacturación.
Otro presidente estadounidense, el desaparecido Ronald Reagan, tuvo razón cuando dijo en 1988: "El gobierno federal le declaró la guerra a la pobreza, y la pobreza ganó".


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